Implantes dentales

La técnica que permite sonreír, hablar y masticar con la misma seguridad que con tus propios dientes.

Las ausencias dentales no solo afectan a la estética de nuestra sonrisa, sino que también tienen repercusiones significativas en nuestra salud bucal y general. Desde dificultades en la masticación hasta problemas de autoestima, estas consecuencias pueden afectar diversos aspectos de la vida cotidiana de quienes las padecen.

Uno de los impactos más evidentes de las ausencias dentales es la dificultad para masticar adecuadamente los alimentos. La pérdida de dientes puede limitar la capacidad de triturar alimentos de manera efectiva, lo que conduce a una masticación deficiente y, en algunos casos, a problemas digestivos.

Causas ausencias dentales:

1. Grandes caries que imposibilitan la reconstrucción de la pieza dentaria.
2. Fisuras o fracturas verticales.
3. Enfermedad Periodontal (también denominada Piorrea): existe una gran pérdida de hueso.
4. Piezas dentales que faltan de nacimiento (Agenesias Dentales).
5. Pacientes que hace años fueron tratados con la odontología poco conservadora que existía entonces.

Hoy en día, afortunadamente, los conocimientos y tratamientos han avanzado haciendo posible una mejor conservación de las piezas dentales; aunque también hay que tener en cuenta la mayor conciencia de la población en lo referente a la salud bucodental. La principal ventaja de los implantes frente a los puentes dentales fijos, además de mejorar la estética, es que evitamos el tallado de las piezas adyacentes, lo que supone un daño estructural para dichas piezas. Es por ello, la solución ideal.

Los implantes dentales están fabricados en titanio, siendo éste uno de los materiales más biocompatibles.

El profesor Bränemark en 1952 (Universidad de Gotemburgo, Suecia) observó, casualmente en su investigación sobre la circulación sanguínea, que el titanio de las cámaras fotográficas que empleaba para ver el comportamiento de las células sanguíneas en las tibias de conejos quedaban “soldadas” al hueso. Pensó entonces en su aplicación en pacientes desdentados para que soportaran una prótesis fija en vez de removible (de quita y pon).

Después de 10 años de investigación publicó su trabajo, siendo el comienzo de la era de entonces, muchos artículos científicos han sido publicados, demostrando un porcentaje de éxito de entre el 95-98%, tanto en casos de desdentados totales, como en parciales y piezas unitarias. Para poder realizar la cirugía del implante o los implantes, necesitamos, en primer lugar, un correcto y completo diagnóstico, para elaborar el plan de tratamiento ideal para cada caso.

Con anestesia local realizamos en una sola sesión la colocación de uno o varios implantes. El implante se habrá integrado en el hueso tras un periodo de tiempo que varía en función del caso. Una vez integrado el implante, tomaremos las medidas para que el laboratorio fabrique la prótesis fija (pieza dental) que irá anclada en los implantes.

En los casos en los que la masa ósea es insuficiente, regeneraremos el hueso, en primer lugar, para posteriormente colocar los implantes dentales.

En algunos casos se puede colocar en el mismo momento de la cirugía o pocos días después, un provisional fijo de una sola pieza, de varias o de toda una dentadura. Esto es posible si el torque (fuerza marcada por el motor) con el que queda fijado el implante es suficiente.

¿Cómo es el proceso?:

FASE 1: Colocación del implante en el espacio bucal donde se necesita actuar.
FASE 2: Durante un periodo que varía en cada paciente, el implante se integra en el hueso de la mandíbula.
FASE 3: Una vez integrado, se procede a colocar el diente dando, de este modo, por finalizado el tratamiento.

Dra. Mª Mar Horrach Sabater
DIRECTORA CLÍNICA
Especialista en rehabilitación protésica e implanto-protésica

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